21 julio 2008

Escape - Primera parte

Escapándome un ratito de la rutina vengo a distraerme un par de minutos cerca del mar.
Se está poniendo color de hormiga la vida que llevo, llena de minutos contados para saber responderle.
Pero es lo que quise hacer y ya no hay marcha atrás, las cosas no se devuelven, ni siquiera porque uno asi lo quisiera.

El sol pega fuerte, a pesar de ser días de inverno.
El sol pega, sus rayos inmensos cubren todo lo que tocan, el mar lo acompaña con su ritmo en 4/4, sin quedarse inmóvil, aunque todos lo sigan.
Desde aquí no se ve mi escuela. No se percibe más que el dolor de cabeza que desde ayer me invade.
La gente, al igual que yo, viene a pedir consejo a las olas. Como si su movimiento constante nos hiciera olvidar lo constante que suelen ser nuestras vidas, adyacentes a las del mar.
Echo de menos, sin embargo, un poquito de compañía; me dan ganas de seguir adelante, de continuar la vida que me vuelve loca algunas veces. Ellos me vuelven más loca, y aunque así sea, los quiero y extraño.

Me cuesta olvidar.-

Aunque quisiera, tiene que llegar alguien a mi puerta para recién empezar a pensar en que nunca exististe para mí. Los latidos le ganan a las olas constantes, al estudio, incluso a la razón, la que inquieta por actuar sobre los sentimientos que se me escapan muchas veces.

No quiero escribir más por hoy, después continuo con la travesía

Extraños momentos

Por qué siempre se terminan haciendo estupideces?; incluso si lo que se espera es el no hacerlas.

la invisibilidad que porto se transmite de a poco al receptor, quien no entiende cuál es el motivo central de ésta pregunta, ni de ninguna similar. Lástima que hay otros que de a poco se van sumando al encuentro, diciéndome con actos que no quieren pertenecer del todo a él.

Siempre hay quien me diga que las cosas siguien como siempre, mi consciencia recuerda que entre los muros se pueden dejar mensajes ocultos, así como en vidrios, cálidos pedazos de recuerdos y esperanzas.

Si digo ése gustoso ó lamentable sinónimo, lo más seguro sería el completar las frases con plumas inexistentes, que sin tinta, sólo escribirían anhelos profundos de mi ser. Lamentaré éstas líneas mañana sin que haya logrado completar el círculo, difamar la importancia, o contribuir con mis sueños, que me gritan lo que quiero, y que por cobarde no consigo hace tiempo.

Podría ser fácil si el sentir se conectara al papel, vaciando las palabras, y así, nuevamente estable, continuara con la vida musicalmente constante.

Sigo inventando palabras que no pueden reemplazar las ganas que encuentro dentro por decir, alguna vez que fué cierto o falso sigue existiendo en la memoria frágil de una sensible emoción de invierno.

Cuando se pase la fiebre , podré entonces reaccionar de una manera más concreta, sin tener que seguir pensando después en las tonteras que se dicen piensan y guardan.

Todo sería distinto si siguiera el patrón mundial, sin provocar la confusión diaria de quien observa constantemente a su cómplice mover los dedos para cambiar el momento, pensamiento y esperanza.

Yo la tengo y si no fuera correcto, ya estaría en otro lugar, escribiendo en otro momento.

Dilemas

Es ahora cuando logro darme cuenta de que todo tiene sentido: de porqué no hago más que soñar y observar sin mover montañas, sólo granos de arena que no cambian nada ...

Ya sé porqué tengo miedo, porqué me arde el estómago: Es porque el fallo incluye compañía, que en el mar no encuentro en demasía. No tendría en quein apoyarme para poder después levantarme del golpe; los amigos que cultivé los 17 años anteriores están en la distancia; y lo que se crean aquí aun son poquitos, pero no menos importantes.

entonces no haré nada?
Estoy atrapada sin tener a quien recurrir
Nadie está cerca como para guiarme de la forma que lo necesito.
Tengo el apoyo de uno,y admito que lo hace muy bien, pero soportaria todo si la torre se derrumba?

Mantendría mi alma en alto, mientras mi cuerpo se cura las heridas?
Tendrá que ser ésta una prueba para quien considero un amigo?
Podré lanzarme sin saber el desenlace?

Si me convenzo de que así deben ser las cosas , haré entonces todo lo posible para que mis sueños formen parte de mi realidad

Sueños realizables

Mientras siga soñando a que vivo en sueños, la realidad no efectuará el siguiente paso, movimiento fallido, reminicencia de olvido.

No puedo dejar de soñar, inventar despierta. Me cuesta afrontar la realidad, lágrimas escapan a veces en señal de soledad. No sé actuar en el escenario de la vida, de a poco aprendo a no tropezar tantas veces.

En sueños recuerdo lo feliz que me hace compartir, algo que en mi vida no hago mucho. Quiero que entonces mi ángel me ayude a continuar; quiero escucharlo hablarme de como actuar. Tengo miedo, mi impulsividad emocional radica en no saber utilizarla, en no saber actuar, en no conseguir más que desiluciones, penas y momentos que quisiera olvidar.

Es que la paso tan bien ... Es que se me olvida el dolor denno poder compartirle a la vida ... Me olvido de lo que carece mi alma, de quien me hizo daño ... Me olvido de los malos momentos, y no te das cuenta de ello; Y no te das cuenta que yo ya ocupé lo que tanto temo, y ahora más no quiero hacer.

Porque la insertidumbre aniquila a cada momento el deseo de respirar realidad, de ser presente, de anhelar a otro que no tiene con quien compartir sus sueños que, a diferencia de los míos, intento sean de a poco parte de la realidad.

Tienes tú que mover la instancia y remover el miedo que impide saber más de tí. La curiosidad es el motor como siempre, más si el miedo detiene el movimiento, el avance es casi imposible.

Quiero una oportunidad, pero al mismo tiempo temo ser yo quien no lo permito, culpando a la realidad de que mis sueños terminen siendo sólo éso:

Sueños.

06 julio 2008

A prueba analíticamente vacía

No sé que suelo tener siempre en mente, que me impide sólo hacer las cosas sin que me queden dando vuelta después en mi cabeza:


“Quiso entonces el joven detenerse en el tiempo para dedicar un momento a los ojos de la muchacha que tenía en frente, sin escuchar sus palabras, sin observar sus gestos, únicamente mirarla a los ojos; fue tanto su deseo de encontrar algo oculto en ella, que sin querer la condujo al mismo camino, a detener también el tiempo, para que así ambos terminaran viéndose a los ojos. Sus palabras no tenían coherencia, sus sonidos eran tan solo eso: alientos sin sentido, suspiros sin remedio, tensiones espansoras de almas nunca cercanas en la realidad, más si en las ganas de tenerse al otro lado del espejo.”


De tenerse, quizás sea exagerado interpretar, más podría llegar a ser una ayuda si es que en la realidad ambos no tuvieran miedo de pensar que el otro puede ser más fuerte que el pensador.


No sé si mi mente pueda lograr acercar un poco más las palabras sin sentido que aquel día los jóvenes insinuaron entre su curiosidad por averiguar que había detrás de sus ojos; sólo pretendo que mis pensamientos tengan algún día un trocito de realidad, aunque sea momentánea para así comprender porqué las cosas no son como las quiero sino que son como la realidad las pinta.


Si tuviera la dicha de tenerte cerca ahora, quizás ni siquiera podría mover los labios para expresar un simple adiós, las manos para dedicar un par de caricias, los gestos para comprenderte en el silencio, en tu mundo, en tus pensamientos que me van comiendo las esperanzas de llegar a ellos, sin que pienses que los pretendo robar para mí, olvidándome luego quien solía ser el dueño, el amo y el señor de quienes después lo olvidan como quien pretende ausentarse de la clase matutina que posee en su horario, cubriéndose en los brazos, protegiéndose del que hiere, aprovechando la cercanía sin decir el porqué se anhela con fervor.


Y ahora el escenario de la vida, la incertidumbre del mañana, el saludo incoherente, las risas sin sentido, los comentarios vacíos, y yo averiguando las intensiones del resto, del que abraza porque quiere, del que mira porque puede, del que piensa porque tiene pensamientos en que desarrollar sus dos mundos, del que se sienta, conversa, me mira, se ríe.


¿Lograré entrar en tus pensamientos? Deja una ventana abierta, una puerta sin llave, un hueco en la oscuridad de tus ojos, deja eso para poder entrar a conocer lo que tanto me llama, lo que deseo preguntarte pero no logro sacar de mi boca; sólo son mis dedos los precursores de semejantes deseos, semejantes locuras, semejantes pensamientos divagantes dentro de ésta mente curiosa y sin sentido racionalmente emotivo.


Es que estoy olvidando, estoy recuperando la cordura después de un tiempo en tinieblas de ensoñación – y desolación – en donde pensaba que las vidas no podían unirse por una razón tan sencilla y verdadera; me estoy olvidando de quien nunca me dio su rostro, de quien sólo estaba bajo las sombras, esperando que alguien lo sacara de su nido de nudos espesos. Me olvido, me ayudas a continuar la vida dejando el pasado atrás, dejando las penas, y las desilusiones. Me ayudas sin darte cuenta, yo anhelo que me ayudes, y cuando realmente quieras porque lo sientes, seré feliz.


Seré felizmente culpable pero ciertamente inocente de quien casi me tragó para deshacerse de mí, de mi maldita risa, de mis pensamientos ocultos, de mis verdades absolutas y absortas dentro del corazón verde de rabia que aún contiene veneno podrido y sin colar. Porque cuando ése veneno se desintegre, podré pensar en alguien más que no sea en mí.


Alguien confundido, alguien comprometido que mira con algo más que intensiones rudimentarias a quien no conoce lo que él sabe existe en el mundo, incitando a mover piezas sin ser innatas al movimiento; confundido entonces se desplaza de silla en silla, pensando si sus sentimientos son aún de acero, ó si se convirtieron en plumas. Si se está mintiendo, si prefiere estar mal acompañado que sólo…


¿Por qué la soledad le teme a todos los que la llevan consigo?


La soledad es la temerosa, nosotros somos causantes de su miedo, quizás si no la lleváramos podría vivir en paz sin pensar en que podríamos hacerle daño al cargarla en nuestros corazones, junto al alma que la envidia por su independencia tan obligada que suele tener.


Ya no quiero más libertad por ahora, no quiero aprovecharla ni un día más, me está carcomiendo el alma, y las ganas de pertenecer a algo más que un lugar y una forma; me está dejando seca por dentro, me está haciendo olvidar cosas que no quiero, me está desesperando entre lo que pienso, quiero y siento, me está dejando sola conmigo sin poder compartir lo que tengo a otro, a otro ser que no es quien duda, ni tampoco quien no se muestra, sino al ser que se queda quieto, detiene el tiempo, se mantiene cerca, pero observa a quien lo seduce a ver si es verdad lo que hace cuando se queda inmóvil, como los muertos del desierto que podrían moverse si quisieran para no ser carroña. Se queda quieto, a veces me sonríe, otras piensa, otras tan solo respira.


Estás aquí, estás rondando entre mis divagaciones desesperadamente acompañadas de soledad; estás y te veo, me siento tranquila porque existes, quiero acercarme con buenas intenciones, sin querer algo más que una conversación de amigos, de una cercanía mutua, de un saludo tranquilo, de un adiós sin dudas.


Cuando será entonces que mis pensamientos se deshagan de impulsos emotivos, para que la racionalidad me envuelva en un mundo de oportunidades que ahora no veo, pero sé tengo. Ser racional no me hace bien, pero me protege de lo desconocido, me da confianza a lanzar nuevamente la mano cerca del fuego, sin pensar que su calor me haría daño alguno.


Por qué suelo ser tan impulsiva, por qué la libertad no mueve mis emociones, quisiera estar tranquila estando con cuatro paredes que no me hablan mucho de la vida, más me molesta ser la única causante de sonido alguno aquí. Si pudiera seguir disfrutando de la soledad acompañante, podría respirar tranquila, sin pensar en lo que digo, hago pienso ó simplemente, respirar pensando en lo que harías si lo dijera en voz alta, o si tal vez te dieras cuenta que lo que me dices es lo que de mi boca no sale.


No quiero sufrir, le tengo miedo al cambio y al no salir beneficiada de ello; pienso en quien podría apoyarme si algo pasara, resolviendo la tónica con muy pocas personas; tengo miedo, tengo angustia, pero también sé que si no me muevo, el mundo seguirá girando hacia el mismo lado, continuando mi felicidad incompleta.


Es lo que estaba esperando, moverme un rato esperando que algo intrigante suceda; más ahora que ocurre, no sé como actuar, no sé que está bien o mal, no sé si seguir lo que el resto me dice, o ser tan calma como mi paciencia y mi forma de ser; si alguien más diera el primer paso, podría ser un poco más simple: aunque también no me he dado cuenta y el paso se dio hace rato.