17 junio 2009

No hay aún motivos para contarte ...


Aún no mereces saber lo que es sentirte cerca ... Aún tus espadas siguen atormentando el pensamiento, y entiendo que es necesario ordenarse. Más me cuesta asumir el presente, hundirme un rato en la mierda que contemplo desde dentro cada día, una mierda necesaria, y que a final de semestre trae sus frutos. Entiendo que no seas claro con tus afectos, ni menos que te des el tiempo de decir un "te quiero", pues el resto de a poco comienza a condicionarte respecto a un tema que puede concordar con la sensación, pero a la vez contradice tu perspectiva del ir más allá, en estado sobrio.

Aún no merezco darme el lujo de caer entonces en la derrota, de bajar la guardia, de caer completamente a las aguas de lo banal y yuxtapuesto, aún me quedan fuerzas, ya sea para combatir el estrés de la rutina, como tus espadas apuñalándote el corazón, la mente, la razón y el sentimiento.

Pero no puedo aguantarme la rabia, la impotencia, la frustración que significa tener tan cerca lo anhelado, y no poder decir nada. El sentir que no se avanza en los objetivos, no se entiende el error, no se comprende la acción, se piensa mucho en el obviar el daño, evitarlo a como de lugar aparezca en la retina de quien se entrega y se fija siempre en el vaso medio vacío.

Hoy fuí directa ... Hoy, y después de mucho anhelar, le pedí la mano a ver si me la daba fuera del bolsillo ... Fué con guantes, pero se dió el tiempo de publicar el acontecimiento a todo Valparaíso...

Lo malo es que ... A ésta altura de mi vida ... Ya no quería que él me diera la mano ... Sino otro, ése quien por medio de gestos, me confunde el sentirme tan bien fuera de lugar . Ése que no es ni el que se piensa, ni el que se busca .. Sino el que se quiere y siempre se anhela por mí, o sea.. Tú.

Mrs. Smith