Decidió un día compartir un poco de helado con su madre. Fue porque se dio cuenta que él era muy peque y el helado era mucho. Quizás el egoísmo lo llevaría a serios dolores de estómago. Como hacía calor ese día, y vio que su madre no tenía helado, él le convidó.
Veía este niño el mundo muy grande. Para él donar de su helado, era lo mínimo que podía hacer. Ya después, con el paso del tiempo, cayó en la cuenta que la gente pocas veces suele ser solidaria con sus pares. Ni siquiera dándoles un trozo de pan viejo.
Pero en ese tiempo, las cosas eran distintas, y a la mirada de un peque, el mundo no tiene matices oscuros. Sólo el amor de sus padres, y sus pequeños disfrutes. Él era feliz con eso, y no pedía más.
Le gustaba esperar junto a su madre, al padre desde la parte de atrás de la camioneta. Nunca supe en realidad si era de ellos, o simplemente estaba estacionada. Esa parte el peque no me la aclaró, supongo que fue por no ser relevante en la historia. El peque tenía su helado, y con eso, el resto importaba poco. Incluso si el auto no era de ellos; el helado sí.
Por otro lado, estaba esta niña. También con su madre, quizás pensando en tomar helado después del cumpleaños al que asiste. Se puso de acuerdo con ella para lucir similares, es que les gustaba mucho parecerse. Si pudieran haber sido una sola, mejor. Ella también veía el mundo muy distinto, no pensaba que las cosas podrían ser como lo son hoy en día. Pero, al igual que el peque anterior, supieron tomar las decisiones correctas en las etapas correspondientes y, ahora pueden tomar juntos helado en el Bravissimo. Aunque a él le gustan los más dulces, y a ella los más ácidos.
Ambos niños me dijeron una cosa: puede que el día de mañana las historias sean distintas, como también puede ser que sigan siendo las mismas. Pero una cosa es segura: nunca se termina de aprender en esta vida. Sobre todo, si desde que somos peques, mantenemos esa visión de querer ser mejores personas, mejores peques, mejores adultos y hacer lo mejor posible para que, más allá de un helado, se puedan compartir enseñanza y sonrisas.
Los peques saben ... Deberíamos escucharlos más hoy en día
:)